viernes, 30 de marzo de 2012

LA NUEVA DE LA OFICINA

A petición del público, dado que mi compañero sentimental (qué expresión más extraña, que quiere decir, ¿¡que siente mi mente?!!!) nos entretiene con sus magníficos monólogos, aquí estoy yo para darle la vuelta a la tortilla (aunque siempre las tenga que hacer Marcos…).
Antes de comenzar, quisiera aclarar que esto no es un “duelo de chefs de monólogos “sino una forma de demostrar lo distintas que pueden resultar algunas situaciones para hombres y para mujeres.
La búsqueda de empleo, ¡qué gran trabajo! Y lo digo por experiencia propia, tengo un Master en entrevistas después de haber pasado más de un año buscando trabajo y haber cambiado de curro unas…bueno, hacen falta las dos manos para contar las veces!! Nadie se ha parado a pensar que de lo estresantes que pueden llegar a ser los procesos de selección, puede que te cojas la baja por ansiedad antes de empezar a trabajar?!
No sé los hombres, pero nosotras desde luego lo tenemos chungo… primero; la ropa. Madre mía; ¿falda o pantalón? En caso de falda, minifalda no, dado que puedes dar imagen de buscona. Falda larga hasta los tobillos tampoco, ya que al subir las escaleras puedes pisarla y acabar de morros en el segundo escalón y no está bonito manchar la mesa de tu futuro jefe con las sangre que sale de los dientes que te acabas de partir! o bien que al levantarte se te enganche con la pata de la silla, se desgarre la falta y acabes enseñándole las bragas al entrevistador… Pantalón; cuidadito con los trajes de chaqueta pantalón, pueden dar aspecto de machota (es decir, el baboso que suele estar junto a recepción irá diciendo que hoy han entrevistado a una lesbiana!). Y de los escotes… no creo que haga falta que os hable, de todas formas volveremos a hacer referencia a ellos cuando hablemos de los tipos de entrevistas…
Por otro lado, el maldito pelo… suelto, recogido? De recién salida de la peluquería?! Se que los hombres que estén leyendo esto dirán que nos preocupamos por auténticas chorradas pero estáis muy equivocados, no es sólo una entrevista de trabajo, de la imagen que des ese día depende tu futuro laboral y lo que es peor, tu salud mental!
Y el maquillaje, no olvidemos los pequeños detalles… no puedes aparece pintada como una puerta porque… (véase la referencia al apartado de la minifalda) ni con la cara lavadita  ya que darás la sensación que te has levantado 10 minutos antes de la entrevista y no te ha dado tiempo ni de quitarte las legañas, ojeras, bolsas…
En fin, que es un auténtico drama el prepararte para la maldita entrevista. Y ahora que lo pienso, no se por qué hablo de la entrevista en singular, porque si tienes la “suerte” de topar con una empresa grande, o internacional, o ambas cosas a la vez, te tendrán mareado durante un mes. Hoy, entrevista con el departamento de Recursos Humanos, si pasa el primer proceso de selección, dentro de unos días le llamaremos para que le entreviste el Departamento al que te incorporarías, si tus futuros compañeros de departamento te dan el visto bueno, entonces tendrás una cita con el Jefe del Departamento y si aun no te has cansado de darte paseos, lo mismo tienes otra llamada diciendo que tienes que acudir a las instalaciones de tu futura empresa para que el personal de cafetería de el visto bueno a tu contratación! Total, para que cuando por fin firmes el contrato, NADIE se acuerde de tu nombre.
Por otro lado, están las entrevistas para pequeñas compañías. La verdad, no se qué es peor.  En las otras, te citan 7 veces y ni siquiera tienes claro las labores que tendrías que realizar pero en las pequeñas empresas, de entrada hay algo que ya llevas conocido, y es que ya sabes que al ser un máximo de 10 personas te va a tocar pringar de todo un poco… eso sí chicas, aquí si que hay que tener cuidado con los escotes… no quiero ni acordarme de algunas de las entrevistas en las que ni siquiera llevaba un escote demasiado llamativo pero donde hay babosos no hay na que hacer… e incluso listillos; los que ya me conocéis, recordaréis a aquel desgraciado que conocía la zona donde vivo por una zona de marcha que tiene (la Avda. de Europa, para los que os estéis perdiendo) y me dijo que si me iba a tomar con él una copa estaría claro que sería una de las 3 finalistas candidatas para el puesto de secretaria. Por desgracia, la gente sigue pensando que las secretarias de dirección son chicas monas con minifalda que se tira el jefe pero está claro que no es mi caso (ni soy rubia, ni llevo minifalda ni soy mona ni me tiro al jefe. ¿Tendré que cambiar de profesión?).
Una vez finalizado el shock del proceso de selección, llega la ansiada llamada en la que te confirman que la empresa ha decidido contar con tus servicios, la incorporación será el lunes. Ahí ya te echas a temblar porque claro, después de haber acudido 10 veces a la empresa, cada una de ellas has tenido que ponerte un modelito distinto, incluso has tenido que ir a comprarte ropa “mona” con  lo que ya te has gastado más del primer sueldo que vas a cobrar, pero para colmo, ya no te queda ningún modelo por lucir… y es que, si importante es la ropa del día de la entrevista, más importante es como aparecerás el primer día de curro, el resto de tus compañeros te recordarán por lo que lleves puesto. Cuidadito con los tacones! Si no estáis muy acostumbradas a llevarlos (como es mi caso) es posible que te recuerden como “la coja” e incluso en milésimas de segundo, se correrá la voz por la oficina que a la nueva la han contratado por su minusvalía. También hay que tener en cuenta los colores demasiado vivos, pues podrás ser recordada por” la coja de rojo”, o” la hortera de amarillo” ,  o incluso la “bajita de azul pitufo que parece muda”.
 Pero es que menudo estrés porque claro, cuando llega la hora de las presentaciones (si alguien me jura que en su primer día fue capaz de quedarse con los nombres de la gente, aunque sean solo los de su departamento, le invito a una mariscada!). Es un momento crucial. Tienes que mirarles a todos a los ojos directamente, intentar quedarte con sus nombres, fijarte en la cara de los demás cuando te presentan al resto de compañeros para así, a la hora del café cuando unos se critiquen a otros saber en cuales si puedes esbozar una sonrisa. Porque no veáis que peligro si, o bien a cada comentario sueltas una risita, o bien cuando hablan de la que es la envidia de la oficina a la que todos adoras  se te ocurre decir algo como que las sandalias que lleva las tienen en el mercadillo de tu barrio!!! Si sonríes por todo, puede ocurrir que consideren que te falta una neurona. Imaginaos la situación si uno te dice; “anda, en tu barrio vive mi suegra!” y tu ; “jeje que bien!”. Detrás otro que dice; “pues desde allí si vienes en transporte público tendrás que levantarte muy pronto” y tu con sonrisa Profident “si, un poco, pero no me importa” (ERRORRRRRRRRRRRR pensarán que a parte de faltarte una neurona ERES GILIPOLLAS!!). Y detrás de esto, tu que estás con los nervios a flor de piel y que ni coordinas cuando viene otro y te suelta “en esa zona hubo unos atracos donde se  cargaron a toda la familia, no?” y tu sonriendo por supuesto, le sueltas “siiiiii, que bien, así que conoces la zona!”.
Todo esto, claro, suponiendo que haya gente que te avise que se toman café y donde está la máquina… porque luego hay sitios donde el ambiente es tan espeso, que nadie se da cuenta que hay chica nueva en la oficina… y ojo con que te vean hablando con gente de otros departamentos… ahí si que estarás sentenciado por lo menos para los primeros tres meses! O bien es que eres una enchufada por alguien del Departamento de Informática y por eso te has ido con ellos a tomar café, o bien, en realidad tus compañeros, que están todo el día a la gresca con los de contabilidad, no harán otra cosa mas que hacerte un mayor vacío pues te estás arrimando al enemigo.
Y así pasas tu primer día, en el que mientras te instalas, te presentan al personal y encuentras tu mesa, se te pasa mediodía sin saber para qué narices te han contratado en esta empresa si aun no te han dado tu trabajo, y cuando estás hasta las narices de tocarte las mismas y decides preguntar a tu jefe que puedes ir haciendo, te mira de arriba abajo y te dice que dado que por hoy se ha hecho algo tarde, lo mejor será que te pongas con el archivador y ya mañana algún amable compañero te irá explicando el funcionamiento del programa y demás funciones.
Total, que ese día llegas a casa, con los pies destrozados de la mierda de los zapatos nuevos, la moral por el suelo, con un dolor de cara (y no por ser tan guapa sino por estar todo el día con la sonrisita ridícula) y con el come come de cómo narices vas a llegar a fin de mes  y qué te pones mañana!
Al día siguiente, están en la oficina antes que nadie, cuando llegan tus compañeros, si tienes suerte y alguno que se acuerde de tu cara, te mirará mal porque pensará que la nueva es una pelota de mierda que llega antes que el jefe. Y si tienes más suerte aun, otros entrarán y te mirarán extrañados porque no se acuerdan de tu cara. Entonces, el más atrevido de todos se acercará y te dirá; perdona, este es el sitio de la nueva que se incorporó ayer, que pasa que os han contratado a las dos? Y tú con toda la educación que te dieron tus padres, procuras no mirarle mal mientras le explicas que la nueva de ayer eres tu. Entonces, dependiendo de la cantidad de café que haya consumido el hombre esa mañana, te dirá algo así como “Ahh es que como no vas de rojo no te reconocía, perdona, tu nombre era…????” Pero hijo de la Gran Bretaña!!!! Así que tu te tienes que acordar del geto de cada uno de tus nuevos compañeros y además, de cada uno de sus nombres pero ellos, que sólo tienen que aprenderse un nombre y una cara, no dan ni una!!!!
Así que a la hora de la comida, algún majete te dirá si te bajas  con ellos al bar, tu te verás otra vez en el apuro de intentar recordar los nombres de los que están alrededor tuya, intentando dar un mordisco a tu montadito de lomo mientras contestas a los millones de preguntas que te hacen todos a la vez o se ponen a hablar de anécdotas o grandes cagadas de compañeros que ni siquiera te suena el nombre…
Si sobrevives a todo esto, pasados unos cuantos meses, alguno de los graciosillos te dirá el viernes “ehhhh Amparo, ¿te vienes a tomar unas cañas?” Tu eufórica, aunque intentando recordarle que tu nombre no es Amparo, y entonces, como ya por fin estás dentro del círculo te confesarán todos los motes que te pusieron cuando entraste (cosa a la que tu no le encuentras ni puñetera gracia, pero como aun no te han hecho indefinida no puedes cagarte en toda su familia y vuelves a poner la sonrisita del primer día).
 Pero por suerte, tenemos chica nueva en la oficina,  la becaria, la rubia, esa que anda como si le escociese algo, la pobre que en vez de meterse en la cocina a por el café se metió en el baño de hombres!!  Uff, lo siento pero ahora mismo no me acuerdo de su nombre, no se, ¿Amparo?

5 comentarios:

  1. jajajajaj muy bueno Rocío !!! Tan real como la vida misma xDDDD Bss

    ResponderEliminar
  2. jajaja, me he reído mucho. Muy buen sentido del humor.
    Felicidades!!

    ResponderEliminar
  3. MUY BONITO ROCIO
    MAMA

    ResponderEliminar
  4. uoh!!!!!!!!! me vais a perdonar pero acaban de hacerme el comentario que mas ilusión me podría hacer!!!!!!! ;)
    GRACIAS!!!!!!!!!!!

    ResponderEliminar
  5. Coño, empezar en una empresa nueva es un trabajo de negros. Una pregunta, ¿y si lo pasas tan mal, por qué tantos cambios? sienta el culo xiquillaaaa
    Aunque pensándolo bien es divertido el proceso, hay que luchar de alguna manera contra la rutina diaria

    ResponderEliminar

¿que me quieres decir?